
La Resonancia Magnética Cardíaca (RMC) es mucho más que un estudio: es una ventana precisa y segura hacia lo más profundo de tu corazón.
Permite observar su forma, su tamaño y cómo funcionan sus cavidades, incluso cuando otros estudios como el ecocardiograma no alcanzan a responder todas las preguntas.
No utiliza radiación y las imágenes se obtienen gracias a un potente imán que trabaja con los átomos de tu propio cuerpo. Así logramos una mirada detallada y confiable de tu salud cardiovascular.
En algunos casos se utiliza contraste endovenoso, y es que cada estudio se adapta a las necesidades de la persona. Por eso, si tenés dispositivos metálicos implantados o claustrofobia, te solicitaremos una consulta previa.
Se trata de un procedimiento ambulatorio, rápido y seguro: en apenas 30 a 40 minutos tendrás información valiosa para tu diagnóstico.
¿Cuándo se recomienda la RMC?
Esta técnica de estudio está indicada cuando se sospecha de alguna de las patologías que permite valorar: Cardiopatías congénitas, Cardiopatía isquémica, Miocardiopatías y miocarditis, Valvulopatías, Patología del pericardio, Enfermedades de la arteria aorta, Tumores en el corazón.
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